El proceso de respiración es una función vital de nuestro organismo, por el cual oxigenamos cada una de las células de nuestro cuerpo, de ahí que sea necesario corregir y optimizar la manera en que lo hacemos, por eso el ejercicio físico es la principal herramienta para cumplir con este objetivo.
Al realizar rutinas físicas estamos fortaleciendo todos los músculos de nuestro cuerpo y para el caso estaríamos vigorizando los pulmones que son el eje del sistema respiratorio, así aumentaríamos la ventilación pulmonar, permitiendo que se pueda tomar cada vez más aire con menor dificultad.
A medida que se consolide el entrenamiento físico asimismo se incrementará la resistencia frente a la fatiga, evitándole a quién realice los ejercicios, ahogamiento y tos, cada vez que efectúe algún deporte o rutina, porque el proceso de inhalación o exhalación va a ser más fácil.
También, según lo específica la medicina física cada vez que necesitemos aire para una actividad de mayor esfuerzo como correr o nadar, nuestro organismo estará en la capacidad de brindarnos el suficiente oxigeno para realizarla, porque la cavidad torácica se ampliará y podrá contener más aire.
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