Todos nosotros hemos visto esas grandes pelotas, usualmente de color azul o rojo, que se encuentran en los gimnasios, en las sesiones de yoga, y a veces en las clases de educación física. Muchas veces las usamos como una forma de entretenimiento, utilizándola como un juguete o como simplemente un elemento para divertirse.
Sin embargo, estas pelotas ortopédicas, como se les conoce, cumplen una función médica que facilita la recuperación de lesiones en la espalda, piernas o brazos. Gracias a su versatilidad y apoyo que brindan para realizar ejercicios, que estas esferas se han integrado a las rutinas físicas que puedes encontrar en Hard Body.
El Fitball, como se le conoce, es un tipo de entrenamiento personalizado, que apareció en los años 60, superando su condición como método de rehabilitación, llegando a ser un divertido y dinámico ejercicio que combina música con estiramientos y actividad física en conjunto con esta pelota.
A diferencia del crossfit, cuyo objetivo es formar todos los aspectos físicos del cuerpo con una actividad física intensa, el fitball se centra en un concepto llamado “slow gym” o gimnasia suave, que centra el entrenamiento en movimientos más armoniosos y coordinados.
Además, el fitball es considerado como un entrenamiento funcional, dado que permite trabajar tu cuerpo como un todo global, funcionando como una rutina para adelgazar, para tonificar el cuerpo y fortalecer los músculos.
Si deseas iniciar en el mundo de esta forma de ejercitarse, lo primero que debes tener en cuenta es en el tamaño de la pelota. Dependiendo de tu estatura, esta debe ser pequeña o grande, con el fin de que se acople adecuadamente a tu cuerpo. Adicionalmente, asegúrate que esta se encuentre en buen estado, tenga la dureza necesaria y esté correctamente inflada.
La forma en la cual puedes integrar la fitball en tu rutina para bajar de peso, o en tu entrenamiento para tonificar tu cuerpo, es incorporando la pelota en otro tipo de ejercicios que realizas: por ejemplo, puedes realizar abdominales recostado sobre esta, o alzar pesas sentado en ella. Esto creará una base más inestable que te obligará a exigirte más durante las repeticiones.
Lo mejor de todo es que puedes integrarla virtualmente en cualquier tipo de ejercicios, sin necesidad de exigirte o aumentar las repeticiones. La puedes incluso incorporar en otras rutinas como el TRX o el Crossfit, aumentando la dificultad y mejorando tu fortaleza y capacidad física en el proceso. Recuerda siempre calentar y mantenerte hidratado, y procura realizar la actividad física en interiores, ya que en el exterior esta podría pincharse.
Si deseas comenzar con la fitball, puedes probar con los siguientes ejercicios: Para la cintura, puedes sentarte en la pelota y realizar movimientos circulares sin mover la cadera. Realiza estiramientos de piernas, espalda y brazos apoyados o recostados sobre esta, asegurándote que todo tu cuerpo se extienda y genere tensión para despertar tus músculos.
Recuerda, siempre inicia despacio, buscando tu ritmo, y comienza a integrarla a la rutina de ejercicio que llevas en el gimnasio, verás cómo comenzarás a trabajar más eficientemente tu cuerpo gracias a ella. Sigue estos consejos y disfruta de los beneficios de la fitball.
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